Hoy no traigo manzanas, traigo un nuevo discazo de Estricalla.
Ya era hora de que sacaran un disco largo, ya que sus anteriores 2 referencias se quedaban más bien cortas. Esta, sin embargo, tiene la duración exacta para un disco de hardcore, alrededor de media hora de metralla en la que Fernando Sapo no para de soltar mierda por la boca.
Sinceramente, Estricalla no me habían llamado mucho la atención hasta ahora, podía escuchar lo nuevo que sacaban o acercarme a verles si tocaban cerca, pero seguramente, lo hacía porque los integrantes son míticos y han hecho grandes cosas tiempo atrás. El caso es que no llegaba a decirme demasiado, pero este Triple Salto Mortal es una pasada.
Quizás haya influenciado que han tenido ciertos cambios en las guitarras o será que las canciones están más trabajadas. Resulta que son 10 disparos, algunos más directos y rápidos marca de la casa, y otros con medios tiempos, donde la voz de Sapo está mejor aprovechada para mi gusto.
Los 2 temas que cierran ambas caras son los mejores para mi, las más largas, trabajadas, donde la melodía y la rabia ligan perfectamente. En concreto, en la última nos encontramos con una más que grata sorpresa con la aparición bestial de Jello Biafra (Dead Kennedys) a las voces, quien se explaya a gusto bajo un mismo ritmo.
Como vienen haciendo hasta ahora, las letras están cargadas de rabia y crudeza, su método: señalar claramente al objetivo, apuntar y disparar.