Hoy toca viajar unos años atrás para descubrir una
verdadera joyita del gran artista Tom Waits. Este singular e ingenioso músico californiano
ha experimentado grandes evoluciones musicales y personales durante toda su carrera.
Hoy presentamos su segundo disco, The
Heart of Saturday Night, publicado en 1974 por Asylum
Records; aunque teniendo en cuenta su vasta e interesante
discografía no descarto reseñar otros más adelante. Las letras de la mayoría de sus
discos están inspiradas por grandes escritores como Charles Bukowski y Jack
Kerouac, y sin duda recomiendo escuchar los temas mientras se leen las letras,
ya que si bien son aparentemente banales y no muy fáciles de entender para un no-nativo,
esconden interesantísimos contenidos poéticos. Por otra parte, también cabe comentar
que dada su relativamente escasa repercusión mediática en televisión y radio,
algunas de sus canciones son mucho más conocidas a través de versiones hechas
por otros artistas: la versión que The Eagles hizo de Ol’ 55, primer tema de su primer disco Closing Time (1973), es el ejemplo
más notorio, aunque la versión de Jersey
Girl por Bruce Springsteen y la de Downtown
Train por Rod Stewart, entre otras, son también bastante conocidas.
Durante los próximos años Waits consumió frecuentemente alcohol y
su estilo de vida comenzó a repercutir física y mentalmente en él, tal y como
él mismo reconoció: «Estuve enfermo todo ese periodo. Estuve viajando mucho,
viviendo en hoteles, comiendo mala comida, bebiendo mucho… demasiado. Hay un
estilo de vida que está antes de que tú llegues y te introducen en él. Es
inevitable». Así, en sus siguientes trabajos profundizaría líricamente en un
estilo de vida cínico y pesimista, pero lo que más llama la atención sin duda
alguna es la gran transformación que sufrió su voz, que más adelante describiría
el crítico musical Daniel Durchholz como «si hubiese sido sumergida en un
depósito de bourbon, ahumada durante unos meses, y luego
llevada afuera y aplastada por un coche». De hecho, The Heart of Saturday Night es el último disco en el que lo podemos
escuchar cantando con voz “limpia”, y sólo dos años más tarde ya sonaría de este
modo:
Y un año después así:
Pero no creáis que su evolución termina aquí, esto es sólo
el principio. Con el paso de los años se sumergió en influencias folklóricas de
otras culturas, experimentó con sonidos percutivos e incluso trabajó como actor
o compositor en algunas películas (fue nominado al Oscar por la banda sonora de
One from the Heart, una película musical dirigida por Francis Ford Coppola). De todas formas
esto lo dejaremos para más adelante, ya que ya va siendo hora de dejaros
disfrutar de The Heart of Saturday Night, cuya portada, por cierto, es un homenaje al disco de Frank Sinatra In the Wee Small Hours, lo que permite hacernos una idea de una de sus influencias. Sin más preámbulos, adentraos en las oscuras calles de San Diego de un sábado noche, descubrid su
esencia.