Hoy os presentamos a este grupazo de Boston llamado Morne. Sacaron su disco debut Untold Wait en el 2009, y ya desde entonces se le podía intuir un gran futuro a la banda. Futuro que es ahora presente con este impresionante trabajo titulado Asylum.
Si
bien su estilo no ha cambiado demasiado de un disco a otro, este Asylum
incorpora nuevos detalles respecto al anterior que lo situan entre los mejores discos del 2011.
Siguen fieles a ese sonido ambiental, tan bonito como tétrico, combinación de influencias crust (aunque menos que en el anterior disco, mantienen la esencia), postmetal y posthardcore, pero esta vez le han añadido algo más de postmetal y de sludge (sonando por momentos parecidos a los también increibles Fall of Efrafa), y le han dado muchísima más importancia a la progresividad de sus temas, como se puede comprobar en el primer tema de 17 minutos de duración, que toca absolutamente todas las influencias de la banda, que nace entre bonitos pasajes melódicos con piano y desemboca en unos riffs pesados y desgarradores como el infierno.
Siguen fieles a ese sonido ambiental, tan bonito como tétrico, combinación de influencias crust (aunque menos que en el anterior disco, mantienen la esencia), postmetal y posthardcore, pero esta vez le han añadido algo más de postmetal y de sludge (sonando por momentos parecidos a los también increibles Fall of Efrafa), y le han dado muchísima más importancia a la progresividad de sus temas, como se puede comprobar en el primer tema de 17 minutos de duración, que toca absolutamente todas las influencias de la banda, que nace entre bonitos pasajes melódicos con piano y desemboca en unos riffs pesados y desgarradores como el infierno.
El grupo se mantiene
coherente en todo momento a lo largo del disco, fiel a la estructura
tranquilidad-caos-tranquilidad, pero no por ello las canciones suenan
repititivas ni mucho menos, ya que el grupo tiene muchísimos matices que
consiguen no aburrir en absoluto durante los 66 minutos que dura el
disco, a diferencia de otros muchos grupos, que haciendo un estilo
similar, a partir de los 20 minutos comienzas a tener una constante
sensación de deja-vu.
Especial
mención para el último tema del disco también, que te sumerge durante
sus seis primeros minutos en un melodioso sueño idílico para después
capturarte y arrojarte a los pies de sus poderosas guitarras, en una
especie de demostración general de lo que han venido haciendo durante
todo su trabajo.
Sin duda alguna,
para mí y para los que tengan los oídos y la mente un poco
acostumbradas a este tipo de sonidos, se trata de un disco redondo que
raya la perfección, y como he dicho antes, se trata de unos de los
mejores del 2011.