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miércoles, 22 de enero de 2014

Karate - Unsolved (2000)



Esta banda noventera combina ingredientes musicales con una elegancia, precisión y originalidad que pocas consiguen. Fue creada en 1993 en Boston, Massachusetts, y hasta que se disolvienron en 2005 llegaron a publicar 7 discos. Partiendo de un formato rockero en cuanto a instrumentos y actitud, integran elementos jazzísticos -sobre todo en la armonía y los punteos improvisados por la guitarra- con el desarrollo estructural y emotividad de los riffs del post-rock, dando lugar a un sonido compacto, coherente y original y situándose así en este Unsolved a medio camino entre los dos estilos. Es una de esas bandas que quizás la primera vez que la escuchaste no te dijera demasiado y pasara desapercibida, pero una vez apreciada con calma y atención -y buen sonido a ser posible- te entrará como zumo de naranja recién exprimido por la mañana. Si no te lo crees, cata esto:


Los temas se desarrollan de manera que el oyente irá descubriendo nuevos colores, paisajes y momentos según se vayan desvelando riffs de diferente carácter, punteos elocuentes o letras que sugieran el camino a seguir. Cada uno de los parámetros musicales es clave, se percibe que cada uno de ellos ha sido trabajado en profundidad y con motivación, dando como resultado un equilibrio sónico más fácil de sentir que explicar. Desde la originalidad de los riffs hasta las interesantes y contundentes líneas de bajo, pasando por el perfecto contrapeso que ofrece la batería, se constituye el material adecuado para la construcción de los temas. Sin embargo, hay un elemento muy particular que llamará especialmente nuestra atención: la voz, que define el carácter del grupo y compacta todo lo demás. Generalmente tan limpia y bien ejecutada, cuando en algún momento -seguramente sobre un riff que sugiere el punto álgido de la canción- le da un plus de fuerza, incluso llegando en algún caso a rozar el grito o rugido (escúchese el tema Caffeine or Me de su primer disco a continuación), hace que el momento desborde de energía y nuestro pecho se llene de intensas sensaciones. Las letras, también de gran profundidad y carga poética, son cantadas en un estilo muy particular, como si fueran recitadas, enfatizando ese carácter poético y dando la trascendencia que merecen a las ideas que se mencionan y se pretenden transmitir.




A veces, cuando un grupo es suficientemente bueno y constante, es muy difícil decidirse por un disco a la hora de hacer la reseña y ofrecerle a la gente algo por lo que empezar. Pues siendo Karate de este tipo, hoy cuelgo este Unsolved porque creo que reúne algunos de los temas que más han calado en el público y son más fáciles de apreciar en una primera escucha -aunque también dependa del día...-; pero el mensaje es claro: si os gusta, no dudéis en escuchar los demás discos, especialmente el homónimo y The Bed Is The Ocean, que sin duda estarán a la altura.

Ahí va esta gran obra de Karate, temas finos que os estimularán oídos y mente: