Positiva se forma en Bilbao en el 2002, a partir de las cenizas de Subliminal y Gilah Monster, donde tocaban Julen (batería) y Txetxu (bajista) respectivamente. A ellos se unieron Miguel (guitarra y voz, ex-Bliss, ex-Shisha Pangma) y Julio (guitarra y voz, ex-Bliss) quienes completaron la formación de la banda. Posteriormente, y tras un primer disco enorme, Julen dejaría su sitio a Unai para la grabación de su segundo LP.
¿Cómo definir a estos gigantes del rock vasco? Sin duda su influencia es setentera, y aunque pueda sonar a perogrullada, eso significa que las guitarras suenan a guitarras. Con una producción analógica logran un sonido exquisito, directamente sacado de los riffs de Tommy Iommi pero sonando menos metaleros, y del músculo de Led Zeppelin pero sin sonar tan feminizados. Cuando una banda es capaz de beber de dichas influencias -sin copiar descaradamente- y no hacer el ridículo, estamos hablando de un gran éxito.
¿Cómo definir a estos gigantes del rock vasco? Sin duda su influencia es setentera, y aunque pueda sonar a perogrullada, eso significa que las guitarras suenan a guitarras. Con una producción analógica logran un sonido exquisito, directamente sacado de los riffs de Tommy Iommi pero sonando menos metaleros, y del músculo de Led Zeppelin pero sin sonar tan feminizados. Cuando una banda es capaz de beber de dichas influencias -sin copiar descaradamente- y no hacer el ridículo, estamos hablando de un gran éxito.
Su estilo más predominante es el hardrock, pero goza de unos tintes stoner y de la esencia del blues, que bien puede notarse en el ambiente, y que hace que suenen tan versátiles. Positiva sabe a humo, un humo denso y afrutado que con tanto acierto han puesto en la portada, logrando una atmósfera maravillosa. Se trata de un grupo especial que transmite una onda única, capaz de sonar amenazantes en el estudio y de reventarte los sesos en sus aplastantes directos. Y no es por ser malpensado, pero si este sonidazo nos viniera de tierras americanas seguro que serían una banda muchísimo más popular de lo que en realidad ha sido.
Después de un tenebroso discurso, 'Brother Eagle' abre con una descarga de sonido apabullante, con un riff animado dispuesto a hacer de este viaje algo épico. Luego entra la maravillosa voz de Miguel, rota, desgastada por los años y el whisky. A uno le vienen a la mente multitud de grupos al oír este tema, ya que no deja de ser un revival, pero suena con tanta autenticidad que apenas nada importa cuando el monstruoso riff ataca en el último tercio del tema. Sin duda algo redondo, una pequeña obra de arte, y una lección para todas aquellas bandas que a día de hoy quieran sonar bien. La cosa se calma un poco en 'Undying Shore' y 'Waiting in Vain', algo más lentas pero igualmente contundentes, perfectas para ir sumergiéndonos irremediablemente en sus atmósferas. Luego vendrá 'Catch the Fire' a golpearnos en la cara con otro hit para el recuerdo. La fórmula es sencilla: un gran riff bien apoyado en el bajo abre esta joya, luego la batería aparece dando un nuevo recital sonando más contundente que nunca, y por último la voz termina de romper todo. Al final de esta carretera no dejaremos más que rueda quemada y polvo en nuestras espaldas. Sólo tenemos que limitarnos a pisar el acelerador y no mirar atrás. Jamás. Coger el fuego con nuestras manos mientras todavía estamos a tiempo. Hay que tener amigos hasta en el infierno, y qué mejor que Positiva como pilotos de este bólido hacia la locura.
Debemos coger aire y echar un trago de agua con 'Black Mountain Rock', repleto de influencias Zeppelinescas. Aquí Positiva juegan la opción de hacer una canción con una estructura más compleja y el tiro les sale casi perfecto. No es fácil hacer una canción de 7 minutos con tanto pasaje y cambio de ritmo y salir indemne. Sin duda, imprescindible. 'Black Telescope' es otro de los grandes aciertos de este disco, que demuestra la diversidad que tienen a la hora de hacer todo tipo de temas. En esos casi 3 minutos, debemos estar atentos al tramo de la mitad ya que aparece ante nosotros otra nueva exhibición musical. Quizás este tema pueda pasar desapercibido para muchos, pero seria un error no montar un altar a ese riffazo.
¿Y ahora qué? Pues Positiva se encuentran en un parón indefinido ya que han surgido nuevos proyectos, y nadie sabe que va a ser de ellos. Desde este humilde portal un servidor cree que todavía tienen mucho que decir en el rock vasco. Ya hicieron lo más difícil en el pasado, que es hacerse oír y publicar dos discos que rayan una calidad insuperable a día de hoy. Quiero creer que hay más talento por salir de esta gran banda y que algún día veremos una reunión, lo cual sería motivo de una inmensa alegría para muchísima gente. Sin duda, este Prodigal Songs, si no fue concebido como tal, de momento queda definido como un perfecto testamento.